No
soy nacionalista, soy periférico. La perspectiva me da otra visión. La distancia
necesaria que se requiere también contiene un cierto e inevitable olvido. La
distancia en línea recta entre un punto “A”
y un punto ”B“ debería ser la misma,
pero no lo es en este caso.
Rajoy ha sido capaz de crear legiones
de nuevos independentistas a la vez que obtenía menos representación de su
partido en Cataluña. Su inmovilismo
define su torpeza. Por el lado independentista se pretende salir de casa con un
solo pie, obviando al otro miembro. Se fractura a sí misma sin poder avanzar.
La
falta de imaginación para resolver un
problema político, sustituida por actuaciones desmesuradas por los dos lados,
ha enconado el conflicto cuyo vértice desemboca en una solución judicial. Es un
fracaso mayúsculo de las clases políticas de este país.
La ciudadanía no lleva las riendas de las políticas,
lo hacen las manos de los “cobardes incompetentes”. Las
manipulaciones sirven de cortinas de humo tóxico, no dejando ver con claridad una
carrera de zombis soberanistas e independentistas. La certera torpeza de un
corredor mutilado. La nariz rota contra el suelo como futuro.
Catalunya ya tiene un presidente 2.0, un vasallo obediente y servil a los intereses de los poderosos.
ResponderEliminarDe qué sirve el cambio en el modelo de país, republica o Paco Pérez si al final la riqueza sigue en manos de los mismos.
Catalunya ya tiene un presidente 2.0, un vasallo obediente y servil a los intereses de los poderosos.
ResponderEliminarDe qué sirve el cambio en el modelo de país, republica o Paco Pérez si al final la riqueza sigue en manos de los mismos.
Cobardes incompetentes
ResponderEliminar