martes, 29 de septiembre de 2015

MEDIO LLENO, MEDIO VACIO


Su mirada era hipnotizadora, pero también interesada. Un día perdió el interés y empezó a mirar diferente, de otra manera igualmente interesada. Se le cayeron las lentillas, y simplemente se puso otras.

La mirada predispone nuestro pensamiento, definiéndolo. Nuestra percepción se construye dependiendo de cómo miremos algo. Los ojos solo ven con permiso de la mirada, la que dibuja la imagen de lo que queremos ver, de lo inventado. Si vemos el vaso medio lleno somos optimistas y si lo vemos medio vacío somos pesimistas, ¿o es al revés?. Binomios. Blancos y negros, ceros y unos, buenos y malos, separatistas y unionistas, mayorías y minorías, derechas e izquierdas, euforias y decepciones, chichas y limonadas, ni  fu  ni  fa, ni  pa ti  ni  pa  mi.

Y mientras tanto los mismos, unos y otros. Siempre igual.

jueves, 24 de septiembre de 2015

HIJOS

HIJOS DE LA FRONTERA

Una de las cosas que más me fascina del origen de los canarios es el misterio que genera su incertidumbre. Con certeza no se sabe desde donde aparecen los primeros pobladores de las Islas. Aunque la teoría más sólida sitúa al Continente africano como origen, no acaba por explicar cómo y cuando llegan a las diferentes islas los majos, los bimbaches, los benhaoritas, los guanches, los canariis y los gomeritas.  La única certeza es que todos fuimos exigrantes.

Si el origen del hombre es africano, el resto de civilizaciones terrícolas de todos los tiempos han sido fruto de la emigración. Razón por la que es tan difícil poner fecha al primer exigrante de todos los tiempos.

El exigrante es el ser humano hijo de padres exiliados y emigrantes. Como es tan difícil distinguirlos entre ellos se desconoce si la madre del primer exigrante era emigrante o exiliada, o si el padre era el exiliado o el emigrante. Así que, aunque podríamos afirmar que el primer exigrante aparecería con los primeros movimientos migratorios del ser humano desde África, no podemos ponerle nombre ni rostro.

A los que si podemos poner nombre y rostro ( incluso cuerpo ) son a Eva y Adán. Según el Génesis son arrojados al exilio. Sabemos de donde son expulsados y las razones que causan el destierro. Y, la verdad, que sea el mismo Díos el que te expulse no ayuda. Pero tenían una ventaja, no había países. No existían las fronteras aún. Y lo mejor, no había más humanos en el Mundo. Así que no había nadie para recibirlos. No había periodistas de ultraderecha que les zancadillearan, ni policías húngaros que los rociaran con gas. Siempre es una ventaja.

En el Éxodo, Moisés y su pueblo tuvieron que exiliarse hacia la Tierra Prometida huyendo del Faraón. Seguramente aquí ya hubiera exigrantes, paradójicamente, en el pueblo más exigrante y ahora más exclusivo del Planeta.

Incluso un racista con pinta de borracho irlandés, que se presenta como candidato a la presidencia, es tan exigrante como lo es Obama o cualquier latino americano. Esto también está escrito, no en un libro sagrado sino en los genes de todos.


La historia de la humanidad está llena de continuos movimientos migratorios. Desde el primer paso del Homo sapiens en esa dirección no hemos parado. Este hecho primigenio es la razón indiscutible que la natal diferencia geográfica es justo la irrevocable obviedad de la igualdad entre los  seres humanos. Todos somos hijos de la frontera.

viernes, 18 de septiembre de 2015

EXIGRANTES

Recuerdo un viaje a Cuba, Varadero en diciembre parecía verano. Corría, por entonces, el 35 aniversario de la Revolución. La mente excitada y la mochila cargada de ilusión  que solo dejaba hueco para mi Nikon, diapositivas y películas de blanco y negro.

Sobre nuestras maletas de turistas recién llegados charlábamos bajo el sol. Lo hacíamos con la prepotente tranquilidad de un occidental con derecho a viajar sin fronteras por el Mundo.

En la banalidad de la conversación, unos islandeses no entendían como viviendo en Canarias elegíamos ir de vacaciones a Cuba. ¿Para qué ir a otra isla rodeada de playas y veranos prolongados viniendo de un lugar similar?. Les parecía estúpido. Aunque no lo dijeron, sus caras expresaban incomprensión y sorpresa. La respuesta fue rápida. Nosotros elegimos venir a Cuba de vacaciones antes que elegir Islandia, por las mismas razones que ellos. Pero en realidad no se trataba de eso, de lo incomprensible que parecía el hecho para ellos o de lo lógico que nos pareciera a nosotros. La verdad era otra. Teníamos la libertad de elegir y llegar a casi cualquier parte del Mundo. Da igual el destino o el lugar de procedencia, es el derecho a decidir libremente donde moverse por el Planeta. De eso se trataba, de eso se trata.

Nosotros, los “turistas”, nos permitimos clasificar a los demás viajeros. Decidimos quienes son emigrantes y quienes exiliados. Colocamos un filtro interesado sobre grupos de personas según nos convenga. Ya sea por cuestiones políticas o simplemente morales. ¿ Qué diferencia hay entre un emigrante somalí y un sirio?


Dos personas no son diferentes. Las razones que hacen que ambos tengan que huir de sus hogares tampoco los diferencia. Es precisamente lo que los une y conecta, la empatía mutua. 

Son los Exigrantes, los iguales.