viernes, 14 de enero de 2022

SUS DOMESTICUS

 


Estar arriba puede tener sus ventajas, pero también te expone ante los demás. Rápidamente las piaras de opositores se te echaron encima. Acorralados y con hambre, son capaces de comerse hasta sus propios lechones. Es el precio de la porcicultura pública. Ingenuamente, para algunos solo inoportuno, quisiste ser un cuchivilo, un ser de manteca y fantasía. Tu inútil intento de rebelión contra la domesticación del genoma político te convirtió en cimarrón entre tus propios javaporcos.