domingo, 31 de enero de 2016

PICADURA



Todos tenemos el derecho a decidir nuestras vidas, ¿o no?

Un mosquito procedente de África propaga un virus por varias partes del mundo. Desde Uganda, pasando por la Isla de Pascua, Tahití, la Micronesia, la India y actualmente en Ámerica del Sur.

Lo pequeño sobre lo grande. Aunque el mosquito no es mas que el contenedor de un organismo vivo aún menor, el virus. El insecto de tamaño milimétrico transmite el virus microscópico en sangre causando una microinfección. Una de sus peores consecuencias es la microcefalia en los bebés nacidos de madres infectadas en el embarazo.

Sólo hace falta un pequeño charco caliente para que se reproduzcan los mosquitos por millares.

Por cierto, el mosquito se llama Aedes aegypty y el virus zika, aunque usted puede elegir su charca y llamarlos como quiera.

martes, 5 de enero de 2016

FELIZ DE NUEVO.







































Al cruzar la calle se encontró con un desconocido. Abrió más los ojos y sonriendo le gritó: !! Feliz año nuevo !! Luego, bajó su mano derecha y la volvió a meter en el bolsillo. Su amplia sonrisa se fue disipando lentamente a medida que se alejaba. Y en ese pequeño espacio de tiempo uno de los dos desconocidos pensó:

¿ Feliz ?... si no voy al paro. Si no soy un desahuciado, emigrante o refugiado. Si no soy uno de esos que no tienen para pagar los estudios. Si no me muero en un pasillo de un hospital público. Si no soy un jubilado que cobra una miserable pensión. Feliz, si no pienso en políticos y corrupción, nacionalistas o independentistas. Y sobre calentamientos del planeta, guerras, terrorismos y hambrunas, es mejor no volver a oír palabra alguna. Y entonces sí.

!! Feliz de nuevo !!

domingo, 3 de enero de 2016

OJOVENDAS






Cuando se trata de juegos el acto de vendarse los ojos es voluntario. Ya sea en la gallinita ciega tanteando con los brazos en alto, en una piñata con palo en mano o incluso en los juegos sexuales del sadismo. La Justicia lleva los ojos vendados, aunque para algunos la tela de la venda sea de trama ancha y translúcida. Cupido, estúpido gordito alado, también va vendado para acertar al azar sobre nosotros sus amarillas flechas. 

En cualquier caso parece que el ponerse una venda en los ojos es voluntario, y además necesario. Sin venda en los ojos podrías elegir interesadamente a tu presa en el juego de la gallinita ciega. Intencionadamente el palo se lo llevaría alguien, y no la piñata. En el juego sádico se perdería el factor sorpresa ,y con ello su gracia erótica al poder ver cómo se acerca una mano a tu cara. La Justicia sería imparcial, y no se juzgaría a todos por igual (…) Y Cupido tendría alguna posibilidad de acertar el tiro, y ya no se llamaría amor.

Si no te vendas los ojos por alguna de estas actividades, eres un ojovendas. Tus lentillas no pueden caer sujetas por el vendaje. No esperes nada nuevo.