miércoles, 28 de junio de 2017

CAPITAN AMÉRICA


Hay una manera empírica de demostrar que Dios existe. ¿ El Capitán América existe ? Sin duda, es un personaje de cómic. Sin embargo eso no lo hace real. Así que, Dios existe.

Donald Trump existe y es real, sin embargo no es Dios. Y tampoco es el Diablo, también demostrable empíricamente. Si Obama fue bueno, Trump no puede ser el Diablo. Ya que no son tan diferentes. A no ser que Obama no sea Dios, que podría ser. Sus diferencias solo ocupan espacios construidos para la política. Diferentes escenografías para vomitar, cada cual, su vacío discurso populista. Al fin y al cabo, solo se trata de creer o no creer.

Ni antes Bush, ni Trump ahora, firmaron los acuerdos por el Cambio Climático. Entre sus mandatos, y durante la administración de Obama, el país siguió siendo el más contaminante del Planeta. Por Diablo o por Dios, Putin tampoco firmó en París. Sí firmaron los gobiernos de China, Indonesia, Brasil, México, Australia, Reino Unido, Alemania, Francia... más el resto de países desarrollados incluido España. A pesar de no cumplir con la reducción de los niveles contaminantes ya pactados en anteriores acuerdos internacionales, increíblemente sus gobernantes se mostraron públicamente indignados por la decisión del gobierno norteamericano. Trump puede presumir de gobernar el país más contaminante de la Tierra, pero no de ser el único.

Me viene a la mente una canción de Elvis Presley, “Devil in disguise” ( Diablo disfrazado ).

Evitar el predecible Cambio Climático es vital para nosotros. Extinguiremos la vida, incluida la nuestra. Acabaremos con el Mundo, pero no con el Planeta.   

jueves, 1 de junio de 2017

HIELO PÚBLICO

Preparación del cóctel Hielo Público:

Se necesita una coctelera grande, cuanto mayor sea mejor. Primero se pela el Presidente y solo se echa la parte del SMS en la que dice: “Luis, sé fuerte”. Con este ingrediente se consigue que el aroma a sospecha permanezca en paladar y copa. Rápidamente se incorporan los Presidentes Autonómicos, ricos en sabores como los que aportan las bodegas Gürtel o Púnica, propios de caldos reposados en barricas de varios años. Previamente se hace un majado con los Ministros, Eurodiputados, Diputados y Senadores, y se mojan con un abundante chorro de Empresarios frescos para dar liquidez a la densa mezcla. A continuación se añade todo a la coctelera, aportando más cuerpo y acelerando la mezcla entre los ingredientes. Se agita a conciencia y se deja una legislatura en aparente reposo.

Los siguientes ingredientes han de ser incorporados en pequeñas dosis, ya que en exceso estropean el cóctel. Para dar color al licor se introducen, sin mezclar mucho, una cucharada de Cuñado del Rey y otra de Infanta. No añadir más, ya que por más que se introduzcan en la coctelera, este tipo de ingredientes siempre tienden a desaparecer en el sabor y aroma final. Si queremos reducir el alto tono azul del cóctel podemos equilibrar añadiendo unas gotitas de Líder Sindicalista. Dejar que se diluya solo e incorporar una cabeza de Juez pelada y una ramita fresca de Fiscal General, así acentuamos el sabor seco de la arbitrariedad. Cerrar la coctelera y agitar entre cuatro y ocho años.

Sírvase con abundante Hielo Público en una copa de boca ancha y echar el licor generosamente hasta rebosarla. Rematar con el último ingrediente, sin el cual no se conseguiría esa frescura y aroma propios de los paraísos. Añadir una rodaja cítrica de Fiscal Anticorrupción en el borde de la copa, rebosando aún más el contenido. Ha de ser un cóctel que, al ser servido, manche nuestros dedos su líquido excesivo,  rebosado y pringoso.

!Salud compatriotas!


Ingredientes:

1 Presidente del Gobierno.
300 ml de Presidentes Autonómicos.
100 ml de Ministros.
250 ml de Eurodiputados.
1 puñado de Diputados y Senadores. ( ser generosos)
1 chorro abundante de Empresarios.
1 cucharada de Cuñado del Rey.
1 cucharada de Infanta.
10 ml de Líder Sindicalista.
1 ó 2 cabezas de Juez peladas.
1 ramita fresca de Fiscal General.
1 rodaja cítrica de Fiscal Anticorrupción.
500 g de Hielo Público muy picado.