martes, 31 de marzo de 2015
domingo, 22 de marzo de 2015
LENTILLAS CAÍDAS
Mi querida alemana de gafas de broma. Ni tu sabías de nuestro encuentro ni yo de mi hallazgo. Inconcientes uno del otro, me esperabas como imagen latente a salvo de cualquier otra luz. Durante años peligró tu vida por la posibilidad de ser velada por manos que no merecieran tu imagen. En aquel mercadillo de Berlín me fijé en la pequeña trampa del tiempo donde te habían escondido, y te traje conmigo sin saberte. Incluso yo estuve a punto de acabar contigo. Ignoraba que estabas atrapada dentro, olvidada. Fue varios meses después, al abrir esa pequeña puerta negra cuando me percaté de tu presencia aún sin verte, sin conocerte. Afortunadamente para ambos cerré la puertecita rápidamente. Era vital para ti volver a la oscuridad, de momento.
La sorpresa se convirtió en
alegría y luego en curiosidad desesperante, incluso imperiosa. Debía hacer lo
necesario para saber qué y quién habían dentro. Ya en la oscuridad, como tu te
mereces, volví a abrir la trampa mágica. Ahora para liberarte de esa condena en
el tiempo. Mis primeras caricias fueron sin verte, sin saber ni siquiera que
estabas, que eras. Luego te bañé en aguas reveladoras varias veces para poder
ver tu verdad. Mientras me preguntaba si habrías sufrido quemaduras a causa de nuestro
primer encuentro, por mi culpa ignorante. Tras fijar tu imagen para siempre me
sentí impaciente por saber, sin saber de ti aún. Te puse a contraluz y te vi
por vez primera. Solo estabas tú. Y a tu lado en otro espacio continuo, pero no
paralelo, una ventana velada casi por completo. El resto no fue expuesto jamás,
era la nada.
Tu imagen negativa e incierta,
contradictoriamente, era una realidad positivamente certera. Sí, hay alguien.
Eres tú. Esto ha sido.
Prefiero mi astigmatismo que ver
por el monóculo prestado. También presumo de mi presbicia, mejor que gafas
financiadas. Preferible mi miopía al mayor telescopio estelar. Y, bendita mis
cataratas que hacen que no necesite sus lentillas interesadas.
Mejor imagen propia borrosa o
desenfocada, que cualquier otra ajena clara y nítidamente interesada. Así que, es preferible tener las
lentillas caídas para poder seguir observando las imágenes que aún no se han llenado del todo.
domingo, 15 de marzo de 2015
BENNU
Fuego
destructor, inevitable provocador de la reconstrucción. Renovador, no siempre
purificador. Mis ojos de garza1
y cabeza de ave en cuerpo de hombre. Coronado con el Atef de cresta amarilla que arde en fuego.
Tendré que ser mi propio ba de Ra.
Guiándome al ultramundo, a mi
propio y personal Duat. Desde el estallido del corazón ardiente de Osiris.
Tal como dice el libro de los muertos.
Muerte y Sol.
El
que se convirtió en ser por sí mismo. Esta vez, como con el cadáver de mi padre
sobre la espalda, el peso del huevo de mirra pesaba como nunca. Fue duro volar
desde la Arabia para empujar su cuerpo al Más allá, en el Templo del Sol. El plumaje más rojo que la sangre, más anaranjado
que la rabia y más amarillo que el reflejo del fuego en los ojos de Isis,
al ver estallar el corazón de su amado. Fuego purificador y lágrimas curativas.
El tiempo medido en clepsidras de gotas de agua clavadas en mi cuerpo.
Vuelo como una nube de fuego sobre la colina de Benben.
Esperando las proyecciones del Sol sobre ella, y finalmente posarme.
Para los
negociantes de las reconstrucciones Bennu2 no puede volver
tan solo cada quinientos años. No sería rentable. No lo esperarían, no lo
necesitan. Da igual si lo caído no renace de sí mismo, verdaderamente renovado.
En su libro de los muertos no lo dice. En sus textos, tan sagrados como
cualquiera, las vidas de unos se transforman en dinero para otros. El fuego
arde en cuerpos ajenos, no en el propio. Destruir, reconstruir, destruir más,
reconstruir otra vez.
En
algún lugar, tras disiparse el polvo del desierto, aparece lentamente la imagen de un
camión de una empresa occidental de contratistas. Pasó por delante de sus ojos
de garza, y pudo leer en uno de sus lados el nombre de la compañía. Fénix &
Cia .
1. Ojos de garza. En Egipto, a veces Bennu era
representado por la cabeza de garza y cuerpo de hombre. De traje blanco o azul
bajo una capa transparente.
2. Bennu. Ave mitológica del Antiguo
Egipto. Representada como una
garza real cenicienta o aguzanieves, con corona Atef y cresta de plumas. En Grecia el ave
Fénix.
martes, 10 de marzo de 2015
DOBLARSE
Los “osos bipolares” existen
y también invernan agazapados a salvo de la fría realidad. Porque afuera solo
queda una opción, hacerse más desigual y quebrado.
A doble o nada, pensé al
segundo trago de whisky, también doble. Doblando la vida en una
barra de un bar cualquiera. Plegando las dobleces del corazón ya curvado. Doblo
cabos mentales que quedan atrás sobre el mar, más rabioso que verde. Acurrucado
en la herida, doblado como el animal abatido tras la lidia. Dos dobles
más sería doblar otra vez, pienso. Y pido dos !! Redoble !! grita una estúpida voz interior.
En una esquina del bar, la bola
blanca golpea la amarilla y esta a una tercera con un número imposible en un
billar. La bola 17 acaba en el lugar donde se hallaba la otra. Doblar
la bola, lo llaman. Un pequeño duende rubio vestido de verde corre a través de
la pantalla de plasma del televisor. Es un personaje de dibujos animados, y su voz está doblada
con un acento mexicano. Los tragos me dan la capacidad de clonar todo lo que
miro y de combar el alma con los pensamientos tanto buenos como malos. Ahora ya todo es doble,
por fin.
Inclinarse ante el patrón,
encorvarse ante los mercados. Flexionar las rodillas por miedo. Arquear la
espalda para cargar el doble por la mitad de salario.
Alabear el orgullo y ladear la dignidad. Doblegarse al sistema prensador.
Agachar los puños y la frente para tragar mejor. Abochornarse y avergonzarse
por la continua entrada doblada.
Doblar beneficios
rápidamente. Duplicar valores en bolsa. Binar propiedades y redoblar fortunas. Remontar con zapatos
cómodamente caros colinas de dinero bajo sus píes.
A doble o nada. Me empujo
otro trago y escucho las palabras de mi propio eco, que también es una doblez.
Invernar: Pasar el invierno en algún lugar.
Hibernar: Pasar el invierno, especialmente en estado de hibernación.
Invernar: Pasar el invierno en algún lugar.
Hibernar: Pasar el invierno, especialmente en estado de hibernación.
jueves, 5 de marzo de 2015
AGUJERO NEGRO
¿Quién no ha soltado
alguna vez una palabrota o un insulto? La mayoría de las veces, son solo un
rayón en la partitura. Una nota mal sonante a destiempo y desafinada. Pero la
mala educación a menudo aparece en pulcros pentagramas, despreciables
estribillos y condescendientes sinfonías.
Cuando
se asocia tatuajes y crestas a uñas sucias, o hijos maleducados a madres,
fregonas y escaleras. Es que se ha
perdido la perspectiva.
La
perspectiva1, maravilloso descubrimiento del Renacimiento. Gracias,
en gran medida, a la cámara oscura2.
Legado de la fotografía aún sin haber sido inventada, anticipándose a sí misma.
Hasta en esto me sorprende. Desde que la conozco me ha intrigado. Tan irreal
como misteriosa. Llena de inagotables y punzantes cruces.
Algunos creen que
alejándonos de algo se obtiene una visión más acertada. Y cierto es que una
mirada panorámica te permite tener una visión más amplia de las cosas. Pero se
pierde el detalle. Una visión
general de un agujero negro dentro
de una galaxia puede dar una idea equivocada de su realidad. Alejando el punto
de fuga para ampliar el espectro visible, e incluso invisible, del todo.
Asegurándose la distancia para no ser molesto. En definitiva para no conocerlo.
Sin embargo, quienes viven más cerca del agujero poseen una vista más acertada
de este. Conocen el detalle. Tienen la oportunidad de rascar con la uña la
textura, lo sienten . Saben lo que es estar en el borde.
¿Cuál es mayor? ¿El agujero negro del zapato de un científico de este país?, ¿O el que
genera esta política ignorante?. El borde existe. Cuanto más aumenta el agujero negro, mayor es su
borde también. Hasta que al final, con el horizonte de sucesos, lo engulle todo. Los inteligentes se van y
los ignorantes se quedan para gobernar este colapso
gravitatorio.
1.
Perspectiva cónica. F. Brunelleschi. Renacimiento. Quattrocento.
Florencia.
2. Cámara oscura. Primer “Tratado óptico”. Alhacén. Año 965. Basora. 1ª
descripción completa e ilustrada por Leonardo da Vinci. 1680. Florencia.
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