El
arte de la guerra, se repite en mi mente. Saturado de datos
sobre cifras de exportadores e importadores de armas, pienso en esta frase.
Jamás me gustó y siempre me ha parecido un insulto al arte o a lo artístico.
Ingenio o eficacia no son arte, matar o torturar no tiene nada de creativo. Una
escusa de ignorantes, un intento de dignificar la negra guerra, el dolor color
amarillo y el dinero verde codicia.
La
estúpida frase da título a un libro de estrategias militares, escrito por Sun
Tzu en China en el último tercio del siglo IV a. C. Llega a
Europa en 1772 con el título de Art Militaire Chinois, y
curiosamente de manos de un jesuita llamado Amiot, un hombre de
paz sin duda. Este libro, uno de los más antiguos del mundo, se ha utilizado
desde entonces en todo el mundo por numerosos militares. En la actualidad se
utiliza mucho en administraciones corporativas y en programas de
liderazgo empresarial. Su estrategia se basa en “imponer una moral
dominante, infundiendo el miedo al enemigo”. Y va dirigido a todo aquel guerrero
que ha emprendido el camino…
Comparar
a este guerrero con un artista y al camino con la creatividad de
un proyecto artístico es ridículo. El arte crea, la guerra destruye. El gran Leonardo
Da Vinci esculpía y pintaba como los dioses, pero también diseñaba armas
para matar hombres. Aunque siempre ingenioso, no era artista a tiempo
completo. El arte sirve par limpiar los ojos1,
y no para arrojar sangre sobre ellos. ¿En qué limpia los ojos la
guerra?. ¿ Cómo poder mirar igual con los ojos manchados después de ver el
terror ?. No limpia nada, y una vez utilizadas esas lentillas nuevas, lentillas
de la mentira, jamás se te caen. ¿ De dónde?... del alma. Pues, como un
amor pasajero, solo se olvida lo banal y no lo que es escupido directamente a
nuestras retinas.
Qué
juego de mesa podría valer para explicar el negocio de las armas. ¿El parchís?,
aunque comen todos los jugadores gana solo uno, no me vale. Tampoco la oca, las
damas o el ajedrez. Ha de ser un juego en el que resulten varios ganadores y
algunos perdedores. Que el beneficio de unos sea a costa de la perdida del
otros. Donde haya pocos triunfadores y muchos perdedores. Un juego en el que
solo importe el dinero. Con perdón de indios tímidos, astronautas judíos,
texanos inteligentemente estúpidos, rubias fracasadas y demás frikies,
ya que no conozco los juegos de roll, este juego macabramente provechoso
se parece mucho al Monopoly. Fichas de juego a cambio de dinero. Todos juegan,
pocos ganan.
USA
exporta más del 30 % del total de ventas del armamento mundial. Con el 27% Rusia
le sigue de cerca delante de Alemania con un 7 %, China
6 %, Francia 5 % y Reino Unido 4 %, España,
Ucrania, Italia e Israel con un 3 %. El 10
% restante de las exportaciones corresponde a muchos otros países, desde Suiza
y Colombia hasta Irán o la Republica del
Congo.
Tiramos
los dados, empieza la partida. Australia, que también compra a España,
Corea del Sur y Emiratos Árabes Unidos (EAU)
compran a USA. La India, China y Argelia
compran a Rusia. A su vez, USA, Israel y
Grecia lo hacen con Alemania. Los Chinos venden
armamento a Pakistán, Bangladesh y Myanmar.
Los franceses venden a China, Marruecos y Singapur.
Arabia Saudí, USA y la India
compran a Gran Bretaña. Noruega, Australia y
Venezuela son clientes de España. De nuevo, la India
(mayor importador de armas), EAU y USA
hacen la compra en Italia. Sin olvidarnos de los negocios del
resto de países que equivalen al 10% total de esta orgía mortal de países.
Tras
varias vueltas al tablero, ¿ aún me siguen?... Al Monopoly hay que estar
atento o acabas “muerto”.
Según
los Estados Unidos de America existen alrededor de 46
grupos terroristas que también son compradores de armas de origen y
finalidad idénticas. Terroristas financiados por particulares ricos o por Estados,
directamente o indirectamente. Estos grupos armados adquieren sus armas através
del contrabando ilegal o el de “Estado escondido”. Como ha pasado en Oriente
Medio con el Estado Islámico (EI). Ciudadanos
acaudalados de Arabia Saudí aportaban millones de dólares
que pasaban hacia Turquía de contrabando para este fin. Incluso Katar
aportó dinero, aunque no directamente. Al igual que el armamento y dinero que
recibieron de los “Aliados del Mundo Libre” (AML).
Error sospechosamente repetido, les pasó algo parecido con Al Qaeda, y
reconocido por la misma Hillary Clinton y la administración Obama. La
misma administración que, liderada por un Premio Nobel de la Paz, ha superado
la crisis económica a base de la fabricación y venta de material bélico.
El
miedo está propagado y financiado. Los derechos humanos olvidados. Control por
seguridad, armas por dinero y muerte por vida. Qué bailen los dados.
1. Karl Kraus. La tarea del artista. Ed. Casimiro.
Madrid. 2011