Propaganda es todo aquello que ha
de ser propagado. Gritado a los vientos cautivadores como cantos de sirenas. Lo
que uno tiene que decir ha de ser dicho. Esparcida a la atmósfera para que la respiren el resto de los mortales. ”… a un
testigo pongo por Dios !! ... que jamás…”, me callarán.
La palabra propaganda es valiente en
sí misma, es fuerte a la vez que musical. Su ritmo atrapa tu atención al oírla
o pronunciarla. Pero, esconde algo entre tantas sílabas, es embaucadora. Siempre
sospechosamente engañosa.
Recuerdo el Café-Bar Propaganda en la ciudad de Praga, regentado por Marika Faltová, la dueña. Un sitio
agradable y apartado de los turistas. Su estética estaba cubierta de una fina
pátina revolucionaria, alternativa. Algunas mesas afuera, todas ocupadas ya que
hacía buen tiempo y el sol sabía rico. Al entrar, una barra a la derecha y a la izquierda una mesa
pegada a un ventanal por donde entraba el tímido verano checo. Mucha madera, es
cálido. Sin duda este es el mejor sitio del Café-Bar, pero también está
ocupado. Hay una chica joven sentada entre cojines al lado del amplio ventanal. Trabaja concentrada en su
ordenador portátil, sobre la mesa una tetera y una taza humeante. En frente,
una puerta da a otra sala con varias mesas, un futbolín, y los accesos a la
cocina y a dos puertas con carteles. En ellos había dibujado un monigote en
cada uno, y debajo decía escrito “ HoLKy”, un monigote con falda y “kLIcI”, otro sin falda. Los baños sin duda. Desde mi
mesa podía ver el resto del local, unas cervezas y picoteo checos. Mientras diseñaba un cortaúñas especialmente único en mi libreta... es otra historia. En el Café-Bar
Propaganda no se respiraba a revolución o a resistencia, se respiraba a tranquilidad.
Siguen siendo iguales, fieles, auténticos. Seguramente, de alguna manera, más
libres. Sí, pero checos. No han sucumbido a la burger y la coca-cola, a la estética y ética global, ni a los
precios para turistas. La propaganda son ellos mismos.
Reconocemos el derecho de propaganda
para todos, y comprobamos que lo propagado puede ser cierto o no, con
diferentes pátinas y siempre interesado. De hecho mucho de lo propagado se
refiere al otro, al rival. Divulgar algo malo constantemente del contrincante,
aún no siendo cierto, es un recurso muy utilizado por todos. Saben de su
eficacia, de su capacidad de permanencia en las memorias de los votantes. Se
acusa mintiendo, e inmediatamente se retracta. Queda dicho para que sea
escuchado, aunque se falte a la verdad.
Quedan meses para las siguientes
elecciones, y oficialmente no
estamos en campaña electoral. Pero la propaganda se ha puesto en marcha a
través de todos los medios informativos. Los grupos editoriales alinean sus
medios de comunicación para defender intereses disfrazados de ideas. Unos escriben
a favor de uno y en contra de todos. Líneas editoriales de todos contra uno, o
todos contra todos. Debates televisados, con sus propias estrellas tertulianas.
Intentando dejar suspendido en el aire la crítica mordaz hacía los otros. Destapar
el pecado mortal cometido por el rival. Imperdonable e insultante a la vez, si
puede ser. La estrategia de las propagandas parece ser el ataque, el
derribo, el KO. No hay debate. ¡ Quedan “propagadas “ las elecciones !
Café-Bar Propaganda. Pstrossova 220/29. Praha 1. www.propagandabar.cz