domingo, 21 de julio de 2019

PACTUM

Existen pactos de sangre y pactos de amigos, pacto de caballeros pero también de ladrones. Pactos de amor y pactos de separaciones. Pactos legales y pactos ilegales. El Pacto Bíblico contra el Pacto Fáustico. Pactos entre hombres y dioses, entre pecadores y diablos. Hay pactos políticos, prepactos y pospactos, incluso pactos preelectorales y postelectorales. Pactos puntuales, así como globales. Pactos de derechas y pactos de izquierdas. Pactos alcanzados al igual que pactos incumplidos. No olvidemos los pactos repudiados y negados, los pactos deseados y envidiados. Pro-pactos y anti-pactos. Pactos entre minorías, para algunos pacto de perdedores y pacto entre mayorías y traidores. Pactos legítimos frente a los ilegítimos. Desde siempre, los pactos históricos y los nuevos pactos. Hay pactos previsibles y pactos insospechables. Pactos rotos o recompuestos. Pactos vengadores y pactos reconciliadores. Pactos rescatadores y pactos entre rescatados. Pactos de Estado y pactos de Estados y Autonomías. 
Y luego existen todos esos pactos a los que yo llamo “Pacto por la…” o “… por el…”, repetidos diariamente hasta diluirse en sus propios discursos. Pacto por la… democracia, por la paz, por la sanidad pública, por la educación, por la igualdad, por el deporte, por el empleo, por el libre comercio… generalmente pactos incumplidos o inalcanzados. 
El equilibrista se mueve bien en los pactos, el bueno claro. Aquel que sabe que un mal movimiento o un exceso de éste lo coloca fuera de eje y del punto de gravedad, en el desequilibrio. La habilidad en la negociación, no solo posibilita el pacto, sobre todo lo define. Dar y recibir, trueque de concesiones. Condiciones maleablemente interesadas.  
Existen pactos que se sellan abriendo la piel para que la sangre se mezcle en el apretón del saludo. Otros tan solo se firman con un escupitajo en la palma de la mano.  

jueves, 4 de julio de 2019

INJUSTICIA LEGAL

En España no hay política, hay políticos. En esta política, ausente, se legisla para legalizar las acciones de protección de los poderes neoliberales. Lo injusto se convierte en legal para garantizar los privilegios de los que manejan la nueva e incuestionable ”posverdad”. En esta falta de ética intervienen varios actores de la “pirámide de poderes”.

En un pleno extraordinario y urgente del ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria celebrado el pasado 20 de junio se aprobó por unanimidad la subida de sus propios sueldos. Veintinueve representantes electos pertenecientes a los partidos políticos del PP, PSOE, Ciudadanos, Nueva Canarias, Unidas Podemos Coalición Canaria decidieron aumentar sus suelditos, entre un 16 % y 18% para el equipo de gobierno y un 45% para la oposición. Injusto pero legal, el pleno fue urgente y extraordinariamente exprés, ya que duró 100 segundos.

También la Casa Real aumenta su presupuesto en 1,4%, unos 8 millones más que en 2018. Sus vacaciones nos costarán unos 1,3 millones de euros. Absolutamente legal y escandalosamente injusto.

El Tribunal Supremo da la razón, como no, a la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria, tumbando otra política social de Ada Colau. Tan legal como injusto. El Supremo está para garantizar el cumplimiento de la ley, de las leyes de unos, no de la justicia social.

La vida es en sí misma injusta, pero las leyes son injustas cuando interesan solo a quienes las dictan.