Afirmar
la existencia de la separación de poderes entre la política y la justicia es
simplemente un insulto a la inteligencia de la gran mayoría de los ciudadanos
de este país. La Constitución Española se incumple todos los días y la justicia
no es igual para un rapero o unos titiriteros que para una Infanta.
La
colocación de simpatizantes de algunos partidos políticos en Tribunales que
están investigando casos de corrupción política son archiconocidos por todos.
La
interpretación personal, política e ideológica de algunos jueces decide delitos
y encarcelamientos, sin oportunidad de defensa, para algunos.
Una vez
más, la torpe decisión política para resolver el conflicto está tomada. Aplicar
rodillo, trocear, pasar por la picadora de carne y enviar al comedor de la
cárcel.
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